domingo, 22 de mayo de 2011

EL RESPETO

El respeto o reconocimiento es la consideración de que alguien o incluso algo tiene un valor por sí mismo y se establece como reciprocidad: respeto mutuo, reconocimiento mutuo. El término se refiere a cuestiones morales y éticas, es utilizado en filosofía política y otras ciencias sociales como la antropología, la sociología y la psicología.[]
El respeto en las relaciones interpersonales comienza en el individuo, en el reconocimiento del mismo como entidad única que necesita que se comprenda al otro. Consiste en saber valorar los intereses y necesidades de otro individuo en una reunión.
Respeto significa valorar a los demás, acatar su autoridad y considerar su dignidad. El respeto se acoge siempre a la verdad; no tolera bajo ninguna circunstancia la mentira, y repugna la calumnia y el engaño.
Exige un trato amable y cortes; el respeto es la esencia de las relaciones humanas, de la vida en comunidad, del trabajo en equipo, de la vida conyugal, de cualquier relación interpersonal. El respeto es garantía de transparencia.
El respeto crea un ambiente de seguridad y cordialidad; permite la aceptación de las limitaciones ajenas y el reconocimiento de las virtudes de los demás. Evita las ofensas y las ironías; no deja que la violencia se convierta en el medio para imponer criterios.  El respeto conoce la autonomía de cada ser humano y acepta complacido el derecho a ser diferente.
El respeto a las personas es una aceptación y valoración positiva del otro por ser persona. Lleva consigo una aceptación incondicional de la persona tal y como es. Es decir, una aceptación sincera de sus cualidades, actitudes y opiniones; una comprensión de sus defectos. En el plano humano, el respeto a las personas implica no considerarse superior a nadie.
Todos sentimos que tenemos el derecho a ser respetados por los demás en nuestro modo de ser, de actuar y de expresarnos. Esto exige de nosotros el deber de respetar igualmente a todas las personas.
El respeto a las cosas es una actividad de valoración de todos los seres animados o inanimados, naturales o elaborados por el hombre, como medios necesarios para la vida y la realización personal de los seres humanos, en diversos niveles. En efecto, el hombre necesita de las cosas para cubrir todas las necesidades vitales, desde las necesidades más primarias y básicas (comida, vestido, alojamiento) hasta las necesidades más elevadas (desarrollo intelectual, contemplación y creatividad artística, etc.).
En concreto el respeto a las cosas lleva consigo actitudes de:
  • Admiración y aprecio de la belleza de las cosas y de su utilidad.
Delicadeza en el uso y colaboración en el mantenimiento de las cosas que existen para el servicio y disfrute de todos.

martes, 17 de mayo de 2011

LA CONDUCTA DEL ALUMNO

La Filosofía es una ciencia que se complementa, entre algunas, con la moral y la ética, por lo que cabe mencionar que a la ética se le define como el “Conjunto de normas morales que rigen la conducta humana”.[1]

            ¿A través de qué se regula el comportamiento? A través de los principios o valores.

            Los valores son las normas o ideas fundamentales, naturales o inculcadas mediante las relaciones familiares y sociales que vivimos desde el nacimiento; y los principios son las actitudes que manifestamos al poner en práctica los valores adquiridos.

            El respeto es un valor importante dentro del proceso educativo, ya que en la práctica debe ser recíproco.  Una muestra de respeto es el saludo que a diario hacemos y recibimos dentro de nuestra comunidad educativa; podemos decir que es una muestra directa de respeto.  Sin embargo, el no robar o el ser obediente es una muestra indirecta del mismo.

            Ahora bien, ¿cómo influye en la conducta de los alumnos la aplicación de los valores?

            Mediante la aplicación de los valores adquiridos, el alumno llenará las expectativas para comportarse como un ser digno y útil a la sociedad, lo que nos conduce a la disciplina, reconociendo como tal, la observancia de leyes y ordenamientos.[2]

            Se puede ser disciplinado en un área mas indisciplinado en otras, por ejemplo: disciplinado en el hogar, por costumbre; indisciplinado en la escuela por la obligación o responsabilidad que ello conlleva.

            Cabe mencionar también, que la conducta del alumno se ve influenciada por el entorno familiar, social y cultural.

            En lo familiar, la conducta del alumno se ve afectada por los ejemplos que pueda vivir en el hogar, así, un alumno que es honrado, honesto y disciplinado en la escuela, es el reflejo de lo que en su casa observa.

            El aspecto social determina el comportamiento del educando si éste se interrelaciona con personas afines a sus intereses y gustos, niños o jóvenes de la misma edad y compañeros de estudio.  Sin embargo, cuando se relacionan con niños o jóvenes que no comparten sus intereses o con niños y jóvenes que carecen de valores y principios, no se puede esperar que su comportamiento sea el más adecuado, tal y como lo dice Ramón Ruiz Limón, la conducta es un hecho anímico pero condicionado por acciones o factores externos o internos. [3]

            La influencia cultural es determinante en cuanto a que los padres y maestros en su labor de formación de valores los transmiten en algunos casos, por tradición y es en esta situación, en la que el educando, principalmente cuando llega a la adolescencia, quiere y siente la necesidad de descubrir ¿quién es? ¿hacia dónde va? y ¿por qué?

            En conclusión, la conducta del educando está basada en los principios y valores que le sean inculcados en el hogar pero a los que se les debe dar continuidad en la escuela, siendo ésta una de las principales funciones del educador, ser formador de individuos con moral.


[1] DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA, Vigésima segunda Edición.
[2] DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA, Vigésima segunda Edición.
[3] Ruiz Limón, R.: (2007) Historia de la Psicología y sus aplicaciones. Edición electrónica gratuita.